Más allá de los vencimientos tributarios y del especial cuidado que muchos en adelante tendrán con los reportes de la información exógena, uno de los más grandes retos para las organizaciones y para las finanzas de las personas es presupuestar este segundo año anormal.
Poquísimos pueden decir que sus objetivos y metas presupuestales del 2020 se cumplieron en porcentajes razonables, así que de allí se derivan una serie de tips que comparto hoy y que han sido fruto de mi asesoría en varios clientes a lo largo de estas dos semanas. De corazón, espero les sirva, les sean útiles y a título de cuña, pueden ver el video completo en mi perfil de INSTAGRAM, cuenta @doncamilocontador , donde en el espacio nocturo EL DOMINICAL del 10 de enero, realicé una pequeña exposición de los siguientes tips:
Implementar líneas de trabajo novedosas que se adapten a las nuevas necesidades de las personas en época de confinamiento.
Desarrollar estrategias de trabajo compatibles con el distanciamiento social.
Contemplar varios escenarios tanto de generación de recursos como de ejecución de gastos, de esta manera no se tendrá un solo presupuesto sino varios.
Realizar un seguimiento más frecuente a la ejecución presupuestal. De ser posible, trimestral o bimestral. Periodos superiores son muy extensos y no permiten la adecuada toma de decisiones.
Prever una perspectiva presupuestal de mediano y corto plazo. De acuerdo con el punto número cuatro (4), la incertidumbre puede conducir a las organizaciones a tomar la decisión de crear presupuestos trimestrales o semestrales y no anuales.
Crear un comité de impactos fiscales que esté pendiente de las reformas tributarias que se avecinen, así como de los alivios y otras situaciones que sucedan en el transcurso de los confinamientos y que tengan impacto en el presupuesto.
Considerar la creación de una partida, fondo o subfondo de contingencias fiscales y parafiscales, dado lo ocurrido con muchas empresas durante el año 2020, donde la imposición de multas severas de índole tributario, afectaron casi de muerte sus finanzas.
Sin otro particular, me despido, no sin antes invitarlos a leer el post de la semana entrante, donde tocaré el tema de la importancia del presupuesto institucional y personal en época de COVID-19 y en cualquier momento no COVID... ¿Quién dijo que presupuestar era tomar el estado de resultados y aplicarle el IPC?. En fin.
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