Dos mujeres hojean una revista en la sala de espera del consultorio de su terapista.
De repente, se detienen en esta imagen...
- ¡Qué impresionante! Así me siento yo cuando las deudas me apremian.
- No es para menos, aunque mi esposo también permanece así gran parte del tiempo y lo peor es que parece disfrutarlo.
- Amiga, debes ser entonces una esposa tóxica, de pronto eres tú la que lo tiene así.
- Jeje... ¡No!. A mi esposo le enseñaron que para sobrevivir debía trabajar muy duro, echarse a cuesta muchas responsabilidades, incluso varias a la vez. Pero fíjate que eso es lo que me permite estar acá en un terapista particular o de lo contrario no podría darme este lujo.
- En esta época es mejor tener un trabajo a no tenerlo. ¿Qué hace tu esposo?.
- Es una larga historia pero te resumo que casi no lo veo en casa y me parece que le pagan muy poquito por la gran responsabilidad que carga sobre sus espaldas. Su trabajo consiste en evitar que a otros les pasen cosas malas, a veces le pone el pecho a las balas que no son para él.
- De admirar. Ser la esposa de un escolta no ha de ser para nada fácil.
- No, no es escolta, aunque muchos confían y hasta ponen sus vidas o parte de ellas en sus manos y pasa todo el tiempo lejos de su familia trabajando... incluso sábados, domingos y festivos. Lo siento ausente así esté físicamente en el apartamento porque se sumerge en su computadora y es como si no estuviera allí con nosotros.
- No lo había visto así. ¡Mi esposo también es médico!.
- No, no es médico pero considero que ha salvado muchas vidas, de hecho su labor es muy importante aunque poco visible o poco valorada últimamente.
- Te entiendo, mi cuñado es militar de alto rango y mi hermana también se queja bastante del riesgo, pero bueno, ¡Ganan buena platica!. No te puedes quejar, aunque no creo que sea una profesión poco valorada como lo mencionas.
- No, jaja. Mi esposo es más inofensivo que la delantera de la selección colombia. Y no, no gana tan bien como un militar de alto rango... de hecho debe trabajar en muchas partes y de esa misma manera multiplicar su riesgo para que la economía del hogar se mantenga a flote.
- Jajajajajaja. Bueno, tengo mucha intriga. Si no permanece casi en casa, si su vida es el trabajo, si su oficio es de alto riesgo tanto como ponerle el pecho a las balas y además consideras que gana muy poco por hacer todo eso y no es escolta... no sé, ¿Guarda de seguridad?. Si no es guarda de seguridad, ya me rindo. ¿Qué carajos hace tu esposo?.
- A veces considero que la vida se le está pasando y quizá no la esté disfrutando. Es bueno en lo que hace pero hasta en vacaciones contesta llamadas de trabajo.
- ¡Estoy por pensar que el que debería estar aquí en terapia con el psicólogo es él!.
- Estamos a punto de separarnos, el tendría que estar acá para esta sesión de terapia de pareja. Mira... he aplazado esta cita cuatro veces porque el nunca llega, siempre por su trabajo... y por lo que veo, hoy tampoco llegará.
- ¡Piloto! ¡Bingo!. ¿Es piloto, verdad? O bueno, esos ganan bien... ¿Maneja flota intermunicipal? ¿Mototaxi?.
- ... Es contador público.
Comentarios