Tareas de fiscalización que le competen al estado son desarrolladas por las empresas del sector privado, muchas veces logrando que estas dejen de lado su objeto.
Las empresas en Colombia están cumpliendo gran parte de las labores que le conciernen al estado y me refiero puntualmente a la fiscalización.
El Estado tiene un brazo fiscalizador bastante poderoso y con rimbombantes partidas presupuestales que permiten no solamente la remuneración más que digna de gran parte del talento humano que es empleado para estos fines, sino la inversión en herramientas tecnológicas para alcanzar dichos fines (Por ejemplo el MUISCA), sin embargo pareciera que no es suficiente y vemos a muchos empresarios (como el dueño de la pastelería) preguntándose: ¿Estamos aquí para producir o para hacer el trabajo del estado?.
Al preguntarle al dueño de esta fábrica de alimentos que afectan la salud coronaria por la razón de su pregunta, expresó: -Los pagos a los trabajadores independientes en algunos casos solamente son deducibles si verifico la manera correcta como liquidaron su seguridad social… ¡Esa es labor del estado, no mía!.-.
Debo aceptar que la milhoja le queda espectacular y que su deducción es acertada, sin embargo el exceso de dulce ya comienza a afectar mi músculo abdominal, tal como se afecta el bolsillo de muchos empresarios al tener que dedicar tiempo y recursos adicionales en la veeduría de requisitos como el de la seguridad social de los trabajadores independientes que aduce nuestro amigo pastelero.
Al salir de la pastelería y dirigirme a una tienda a comprar un litro de agua para pasar el “empalague”, noto que como el ejemplo puesto por el dueño de esa hermosa pastelería ubicada en una esquina visible del sector de Teusaquillo, existen en nuestra legislación bastantes procedimientos y documentos frente a los cuales uno se hace preguntas tales como: ¿Para qué este documento? ¿Esta no es acaso una labor del estado? ¿Cierro mi negocio y me dedico más bien a desarrollar labores estatales y no a producir y generar empleo?.
La presente no es solamente una entrada más en este blog sino una real invitación a la reflexión. ¿En qué momento que no nos dimos cuenta pasamos de ser contribuyentes y generadores de empleo para convertirnos en una extensión del ala fiscalizadora de un estado que parece insuficiente?.