Firmaste un contrato donde expresamente se puede leer que tu hora de salida es a las 5:30, pero tu jefe te hace chistes tontos, te mira mal o te reclama entre dientes por cumplir a cabalidad aquello a lo que te comprometiste porque "En este trabajo sabes a qué hora entras pero no a qué hora sales", o "Siempre hay algo atrasado por hacer" o "Nunca falta eso que debemos revisar" o "Podemos ir adelantando esto y aquello".
Hablar de horas extras es entrar a la dimensión de la injusticia, aquella donde te hacen sentir como un parásito que no está comprometido con la causa de la empresa y en general con todas aquellos adjetivos que generan rechazo, desaprobación, señalamiento y en definitiva te pueden hacer sentir como el causante del comienzo de un sindicato que puede llevar a una profunda crisis financiera a esa compañía que te está haciendo el favor de emplearte, porque afuera hay miles haciendo fila... y el Contador, tu jefe, patrocina y vocifera esas causas.
-¿Dotación?, eso es para la señora de los tintos, el mensajero, el guarda de seguridad y para los operarios, usted es trabajador de oficina¡ - Así se les niega y se nos negó el derecho sobre esta prestación social a muchos de los que son y fuimos auxiliares y asistentes contables. Solamente cuando sabes que te es vulnerado un derecho, tus jefes ven con malos ojos que acudas al Código Sustantivo del Trabajo para abogar por tus intereses, porque eres auxiliar o asistente contable y tu deber es hacer cumplir las normas en beneficio de la compañía que te está haciendo el favor de emplearte, no en tu propio beneficio... ¡No tienes puesta la camiseta!... ¡Y muchos Contadores que son jefes, apoyan esta barbaridad!.
-¿Cómo asi? ¿Mi colega le está cobrando todo eso por llevarle la contabilidad y le cobra aparte por la información exógena y por hacerle la liquidación de su empleada doméstica? Yo no cobro eso, si quiere hablemos...- Así como nunca pierdes dinero porque simplemente cambia de manos, de esa misma manera un cliente se puede ir de tus manos y caer en otras, porque en esta selva todo está permitido y lo más barato es desafortunadamente lo que reina, siempre está al acecho alguien... generalmente un colega con menos fortuna y mayor ambición.
¿No es común escuchar términos que descalifican la gestión del contador anterior cuando algunos contadores toman en propiedad la contabilidad de un cliente nuevo? Claro, siempre hay que culpar a alguien, la cultura en la que nos desenvolvemos, la de subdesarrollo, no nos enseña a generar soluciones a futuro sino a buscar culpables en quienes descargar aquello que quizá no se hacía adecuadamente. ¿Dónde están los contadores gerentes y propositivos? Que la cultura del señalamiento no nos produzca la satisfacción que realmente se siente al diseñar estratégias proveedoras de verdaderas soluciones.
Cumples horario, recibes órdenes, contestas tu teléfono y estás atento a tus redes sociales los fines de semana por miedo a no contestarle a ese cliente o a ese jefe que le saca provecho hasta al último centavo de lo que te paga; y aún así tu contrato es de prestación de servicios, debes pagar tu planilla de seguridad social y cuentas con suerte si a las dos semanas de radicar tu cuenta de cobro, ya tienes tu paga... obvio incompleta porque el estado se ha quedado con una tajada de tu esfuerzo. Y hay colegas que apoyan, patrocinan y contratan a sus colaboradores bajo estas figuras, ocultando contratos laborales en órdenes de prestación de servicios para ahorrarse unos pesos... descalifican y señalan a sus clientes cuando no pagan sus aportes a la seguridad social pero en las burbujas en las que viven y donde su ego es el que manda, se sienten superiores a la ley y hacen todo lo opuesto a lo que predican... en efecto, si te sientes identificado, esto es un bofetón para tí, colega miserable, porque no tengo otra manera para llamarte.
En vísperas al día en que celebramos el día del contador público colombiano, donde la gran mayoría ignora los hechos que motivaron al nacimiento de esa conmemoración, sería interesante que existiera hermandad y colaboración entre colegas. Ya veo a varios pensando que yo no colaboro, ¡Es que Don Camilo ahora le cobra las preguntas a sus propios colegas!... claro, de esto vivo, pero también entendí que colaborar no es hacerle el trabajo a los demás, colaborar no es estar disponible cuando otro colega lo requiera para ahorrarle el esfuerzo de leer y analizar, porque el verdadero sentido de la colaboración es aportar un grano de arena para que el ambiente en el que nos desenvolvemos sea más agradable para todos y para las nuevas generaciones, promoviendo la calidad, el conocimiento y el respeto.
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