top of page

DESECHA AL CLIENTE BARATO


Barato no significa bajo precio en el estricto sentido de la palabra y del caso que traigo a colación porque los precios son subjetivos y lo que para una persona puede ser una fortuna, para otra posiblemente sea insignificante.


El cliente barato entonces no es el que te paga poco porque quizá fuiste tú quien fijó el precio y probablemente lo hiciste con base en su capacidad adquisitiva y en tu tiempo de dedicación (Lo que sería un precio acorde y consensuado), así que este adjetivo se lo pegaré con silicona en la frente a todo aquel cliente que desde el primer momento no hace más que quejarse, insistir que cuanta cosa que le ofrezcas le parece carísima y que siempre quiere regatear (Pero que dudo mucho que lo haga cuando va a un restaurante, a una gran superficie o a una tienda... ¡No!, es contigo y con sus empleados con quienes quiere pasarse de vivo).


El cliente barato suele ser el que más te consume tiempo, el que más te exige porque minimiza a propósito sus costos y busca que el recurso disponible sea el que atienda todo lo que requiere, entonces si no haces un contrato adecuado donde establezcas las reglas claras respecto de tus obligaciones y el alcance de las mismas, vas a terminar haciendo cosas que no contrataste, por el mismo bajo precio y corriendo riesgos innecesarios (Y además gratis); es decir, perdiendo tiempo y dinero.


El cliente barato siempre quiere más por menos, no respeta tus horarios, quiere exprimir hasta el último peso de lo que te paga, jamás está contento con tu servicio, puede llegar a ponerte de ejemplo a otros profesionales como tú (¡Cosa que me enfade, es esa!), piensa que lo que haces es sencillo a comparación de lo que él realiza, maneja un discurso que mezcla el heroísmo con la lástima sobre su gran esfuerzo para hacer empresa; pero ¡Ojo que es una trampa!, un juego de palabras para que sientas pesar y así desarrolles un profundo sentimiento de gratitud para asegurar tu permanencia allí: laborioso y barato.


El cliente barato te recomendará con sus conocidos; te hará creer que es por tu excelente perfil profesional pero principalmente lo hace por tu bajo precio y poco a poco corres el riesgo de convertirte en un profesional barato. En una situación económica como la que vive el mundo en este momento, quizá no esté bien rechazar ofertas o negocios, pero entre menos negocios baratos aceptes, será mejor porque luego estarás hasta el orto de trabajo, sin tiempo para absolutamente nada y verás con envidia a aquel que en vez de atender 10 clientes para ganar lo que tú ganas, atiende a 3, gana mucho más y se da el lujo de dormir... ¡Porque hasta dormir se puede convertir en un lujo si te llenas de clientes baratos!.


¿Quieres que te de la última puntada sin anestesia? Bueno, resulta que ese cliente barato te va a reemplazar sin ningún tipo de contemplación cuando encuentre a alguien más barato que tú.


Pilas entonces, aléjate de esos clientes baratos y no olvides suscribirte a mi Canal de YouTube:











385 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page