Una de las razones para sentirse orgullosamente Contador Público
Me siento afortunado de haber sido elegido por la Contaduría Pública para ser uno de sus fieros soldados en esta lucha diaria por la transparencia y la calidad. Acudo a estas palabras dicientes porque yo no elegí ser Contador Público, sin embargo cada día siento que la pasión crece al ritmo del deseo por aprender más y más.
De manera providencial siempre aparece una persona que nos ayuda a solucionar nuestras dudas y demás situaciones antes o incluso cuando ya se han convertido en problemas y esos somos nosotros; o por lo menos es así como debemos ser percibidos por la sociedad en general, como esos galenos de las finanzas y del orden, conocedores de lo normativo que nos atañe y capaces de diagnosticar, formular y ejecutar acciones que lleven a que nuestros pacientes (negocios, personas jurídicas o naturales) mejoren su salud financiera, tributaria y legal en general, llevando adicionalmente tranquilidad a quienes de ellos dependen.
La comprensión de lectura y la habilidad que debemos desarrollar para la búsqueda de datos que contribuyan al diagnóstico oportuno y acertado son el elemento fundamental del criterio, arma poderosa que nos ayuda a decidir sobre el manejo y el tratamiento de las dolencias y demás males que aquejan la salud de nuestros pacientes. Tanto las empresas como las finanzas personales y los negocios sobre los cuales diagnosticamos, son seres vivos y de ellos depende el presente y futuro de terceros, de ahí la importancia de lo acertado y oportuno de nuestros diagnósticos.
¿Quién dijo que no somos cirujanos también?. Anestesiamos con palabras adornadas de conocimiento señalando el camino más favorable para la solución de la enfermedad diagnosticada, de esta manera llevamos al paciente al campo de la confianza... allí dormirá plácidamente mientras que con el bisturí de la experiencia realizamos los procedimientos necesarios para que una vez despierte de su plácido sueño, tan solo deba pagar y seguir las recomendaciones post operatorias. ¿Les parece una situación conocida?.
Naturalmente así como hay buenos médicos también los hay malos y de allí la importancia de la buena asesoría porque no es recomendable poner nuestra salud en manos de personas que no sepan manejar el bisturí de la experiencia o que la falta de confianza pueda hacer que el paciente se despierte en medio de la cirugía... ¡Qué dolor! o peor aún que le deje objetos quirúrgicos adentro... ¡Auch!.
La clave del buen galeno de las finanzas y la contabilidad en general es la lectura (la lectura crítica), un hábito que debe permanecer tan arraigado como la ingesta de café y las continuas fallas de la página de la DIAN (Situación cada día más habitual).
Hay mucho más por acotar, mucho más por escribir, cuando se trata de esta noble profesión, cualquier escrito resulta insuficiente, así que te invito a que sigas el texto para tus adentros y lo apliques a tu vida, así como lo hacemos muchos que sentimos esto como más que una fuente de trabajo.
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